En la era digital actual, tener una fuerte presencia en internet es crucial para las empresas que quieren triunfar. Un componente clave de este éxito es el alojamiento web, el proceso de almacenamiento y distribución de sitios web a través de internet.
Sin unos servicios de alojamiento fiables, incluso los sitios web mejor diseñados e informativos no llegarán a su público objetivo. De hecho, el alojamiento desempeña un papel tan vital en el éxito tecnológico que podría considerarse uno de los pilares de la innovación moderna.
En este artículo abordaremos la importancia del hosting y cómo la elección del proveedor adecuado puede marcar la diferencia. Desde las funciones de seguridad hasta las opciones de escalabilidad. En resúmen, todo lo necesario antes de elegir un proveedor de alojamiento para tu próximo proyecto.
Al comprender la importancia del alojamiento y aprender a elegir el mejor proveedor, puedes estar preparado para el éxito a largo plazo en el mundo actual, donde las conexiones forman cada vez más parte de nuestra vida.
Encontrar la solución de hosting adecuada no siempre es fácil. Con una pequeña búsqueda encontraremos miles de proveedores ofreciendo todo tipo de servicios de hosting diferentes. Dependiendo de nuestra necesidad y opciones, tendremos que elegir la mejor opción. Pero antes, necesitamos conocer a fondo el tema para poder tomar decisiones informadas.
A medida que la tecnología sigue avanzando a una velocidad vertiginosa, cada vez más empresas recurren a iniciativas de transformación digital para mantenerse a la vanguardia. Pero mientras muchas empresas se centran en nuevas herramientas llamativas como la inteligencia artificial o el machine learning, a menudo se olvidan de una pieza fundamental del rompecabezas: el hosting.
A primera vista, el hosting puede parecer un aspecto trivial del funcionamiento de un sitio web o una aplicación. Al fin y a cabo, es el lugar donde se almacenan y se alojan los datos. Sin embargo, sin una infraestructura de hosting sólida, las soluciones tecnológicas más avanzadas no servirán de nada.
Si una empresa tiene un sitio web y una tienda online estéticamente agradable con muchas funcionalidades pero que cada vez que alguien la visita se bloquea o no fluye de manera correcta debido a un hosting débil, los clientes perderán la paciencia y se irán.
De igual manera, si un negocio invierte mucho en un software de automatización de marketing digital pero funciona con lentitud debido a un rendimiento deficiente del servidor, el retorno de la inversión caerá en picado.
Sin embargo, esto no quiere decir que el hosting deba ocupar un lugar central y predominante en la estrategia digital de una empresa. Por el contrario, sirve como base para que prosperen otras herramientas o tecnologías. Cuando se hace correctamente, el hosting permite tiempos de carga rápidos, alta disponibilidad y seguridad, todos elementos cruciales en el panorama actual como veremos más adelante.
Como hemos mencionado previamente, el hosting es la base sobre la que se cimientan las herramientas que forman parte de nuestra estrategia digital. No obstante, hablar de hosting en general puede ser reduccionista. Existen distintos tipos de servicios de hosting adaptados a distintas situaciones y necesidades de los sitios web. Los más comunes y clásicos son tres: privado virtual, dedicado y compartido.
El hosting compartido se refiere a una configuración del alojamiento web en la que varios clientes están alojados en el mismo servidor físico y comparten recursos comunes como puede ser el almacenamiento, el procesamiento o la memoria. El porcentaje de cada partición asignada dependerá del nivel y categoría de suscripción de cada cliente.
El hosting dedicado representa un plan de alojamiento de alta gama en el que los clientes alquilan servidores físicos completos en lugar de compartirlos con otros. Esto les proporciona un aislamiento completo del resto de usuarios y permite administrar con precisión la configuración del servidor en función de los requisitos específicos que se tengan.
Lo que la distingue de los otros dos tipos es que, si bien se comparte el mismo servidor, los usuarios pueden gestionar sus propios entornos de servidor utilizando privilegios de acceso a nivel raíz, algo similar a lo que sucede con los hosting dedicados.
Cada uno tiene sus pros y sus contras, por ejemplo, el compartido es significativamente más barato que el dedicado, aunque, a su vez, se cuenta con menores prestaciones. Podríamos decir que el hosting compartido permite optimizar los costes para los sitios web más pequeños y limitados; el hosting dedicado ofrece acceso sin restricciones y está adaptado a proyectos más exigentes; finalmente el VPS equilibra la asequibilidad y las capacidades de autogestión a un precio moderado.
Si bien el precio ha sido mencionado y es una parte importante a la hora de elegir la mejor opción, no todas las opciones son siempre de pago. Existen servicios de hosting gratuitos como el hosting web de HubSpot que ofrece prestaciones para crear y alojar sitios web sin necesidad de abonar precios demasiado elevados
Cuando hablamos de hosting gestionado y no gestionado nos referimos a dos enfoques distintos de la prestación de servicios de alojamiento web. En general, hosting gestionado significa que el proveedor asume la responsabilidad de gestionar los aspectos de la infraestructura como pueden ser las actualizaciones, los parches, copias de seguridad, etc. Por otro lado, el no gestionado, hace recaer las responsabilidades sobre el administrador del sitio web.
En el caso del hosting gestionado, nos liberamos de las actividades rutinarias de gestión. A cambio de un precio más elevado, podemos despreocuparnos y dejar que sea el proveedor el que se encargue de que todo funcione correctamente.
Una de las ventajas de esta opción es que generalmente la asistencia o el soporte técnico viene incluido entre las gestiones, lo que da una mayor fiabilidad garantizando un rendimiento óptimo o una gestión de incidencias completa. Uno de los contras de este tipo de hosting es que, en lo que refiere a la personalización está muy limitada y condicionada por plantillas o configuraciones ya predeterminadas.
Por otro lado, el hosting no gestionado, deja la supervisión del servidor enteramente en manos del titular del sitio web. Esto incluye la gestión de las actualizaciones, almacenamiento y seguridad y no incluye el soporte técnico. Sin embargo, dada la ausencia de directrices o configuraciones preestablecidas, el hosting no gestionado ofrece más libertad para modificar y optimizar las configuraciones al propio gusto.
Esto es solamente una explicación general de los dos tipos. En el mercado encontraremos de ambos tipos con distintas opciones e incluido híbridos que no sean enteramente gestionados, pero que cuenten con algunos beneficios de ese tipo de hosting.
Gracias al avance tecnológico, sobre todo centrado en estas funciones, junto con los tipos de hosting clásicos, hace ya algunos años ha aparecido una nueva opción más cómoda, eficaz y a un precio muy competitivo. Se trata del hosting en la nube.
El hosting en la nube o cloud es un tipo de servicios de alojamiento web en el que, en lugar de almacenar archivos, aplicaciones y documentos en servidores locales, todos los datos se almacenan de forma remota en servidores remotos alojados en línea.
Se puede acceder a estos servidores desde cualquier lugar solamente con una conexión a internet, lo que permite ejecutar y gestionar sitios web sin preocuparnos de la ubicación o la configuración del servidor.
Las empresas que utilizan el hosting en la nube pueden ampliar o reducir los recursos según la demanda o necesidades del momento. También ofrecen mayor fiabilidad, ya que los datos se replican en varios servidores situados en distintas ubicaciones geográficas, de modo que una avería no significa que la página dejará de estar accesible.
En general, el hosting en la nube ha conseguido simplificar la gestión de infraestructura informática y reducir las inversiones de capital necesarias para adquirir y mantener servidores físicos.
A medida que las empresas y negocios buscan adoptar estrategias innovadoras y abrazar la revolución digital, la elección adecuada de un hosting se convierte cada vez más en un factor determinante en su capacidad para sobresalir en un mercado en constante evolución.
Desde la escalabilidad y la flexibilidad, hasta la seguridad y el rendimiento, el hosting es la base que permite la transformación digital. Por ese motivo es tan importante tener claro las necesidades y elegir el tipo de hosting que mejor se adapte a nuestra situación. Una mala elección puede costarnos muy caro y hacernos perder tiempo y dinero, a la vez que obstaculiza nuestro crecimiento.
A través de este artículo hemos brindado información suficiente para poder tener conceptos claros y poder tomar una decisión formada o, al menos, saber de qué se habla cuando se habla de hosting y alojamiento web y su importancia en el panorama actual.